jueves, 25 de agosto de 2011

ROMÁNICO: I) LA IGLESIA DE SAN JULIÁN DE ASTORGA



INTRODUCCIÓN:

Astorga es por su importancia histórica y monumental, la segunda ciudad de la provincia. Aunque su patrimonio artístico incluye notables vestigios de todas las épocas, llama la atención que de los siglos del Románico no se conserven edificios destacados. Esto es debido a que su catedral fue rehecha totalmente en estilos gótico a Barroco, y las demás iglesias sufrieron importantes reconstrucciones que borraron sus formas primitivas.

Aparte de algunas piedras con motivos ornamentales, guardadas en los museos Catedralicio y de los Caminos, y procedentes sobre todo de la antigua catedral románica y algunos restos dispersos en la Iglesia de San Bartolomé y la propia catedral, los principales restos románicos de la ciudad se localizan en la iglesia de San Julián.




HISTORIA DE LA IGLESIA DE SAN JULIÁN, HOY SANTUARIO DE LA VIRGEN DE FÁTIMA

Los orígenes de este templo los encontramos en el siglo X, cuando existía en la población un cenobio dedicado a San Cristóbal, San Julián y Santa Basilisa. El monasterio desapareció, pero la iglesia se mantuvo operativa como parroquia, siendo una de las más importantes de Astorga.  Esta iglesia se sitúa en un lugar muy estratégico y de paso; entre la muralla y la Plaza Mayor.

Durante el siglo XIX la parroquia de San Julián entró en un inexorable declive que propició que en 1892 perdiese la condición de parroquia, pasando a depender de la iglesia parroquial de San Bartolomé, lo que motivó que a partir de este momento el edificio se fuese deteriorando progresivamente. Todo ello condujo a que  en el año 1920 fuera cerrada al culto. Y así estuvo hasta que el obispo Mérida Pérez decidió restaurarla y convertirla en su panteón. Es en ese momento que se cambió su advocación, pasando a ser un santuario dedicado a la Virgen de Fátima, se arreglaron sus tejados y se adecentó su interior.

Debido a que ya no es parroquia, el acceso a su interior es harto complicado, ya que sólo se abre a las horas de culto, que en este caso, y en verano es a las 8 y media de la mañana.
Esta iglesia, que está fuera del eje monumental de la ciudad, no suele ser muy conocida por parte de los turistas, y de noche, es triste ver cómo su atrio se convierte en un triste espacio donde poder hacer botellón, mientras que sus centenarias paredes se convierten en los "urinarios públicos" de los jóvenes que salen de fiesta.



ELEMENTOS ROMÁNICOS:

Tras las profundas reformas que sufrió la iglesia de San Julián durante el siglo XVIII, (erección de una espadaña, reedificación de la cabecera, gran parte de la nave y la gran cúpula del crucero así como la total decoración de sus bóvedas con yeserías barrocas), del edificio románico construido a finales del siglo XII sólo se conservan fragmentos de sus muros laterales, coronados por algunos canecillos, y la portada de los pies.

Sin duda, el elemento románico más destacado es su portada, compuesta por un arco apuntado y doblado que cobija otro carpanel que apoya sobre dos parejas de columnas con capiteles tallados en piedra arenisca. Es una portada muy sencilla, pero de una notable nobleza y calidad.




Pasando a describir los capiteles, destaca la gran calidad en el tratamiento escultórico, pues se trata de dos parejas de capiteles de gran calidad, con una marcada decoración vegetal , y que se relacionan con los restos hallados de la ya desaparecida catedral romanica de Astorga .Es decir, que casi con total seguridad tanto en San Julián como en la catedral trabajaría el mismo taller escultórico.






Si comenzamos por la derecha de la portada, el primer capitel es un capitel de tipo vegetal en el que destacan las rizadas hojas, posiblemente de acanto, que crean esos bonitos roleos que se pueden ver las imágenes que vienen a continuación. Llama la atención que las hojas se dispongan al revés de lo que sería lo común, algo que yo nunca había visto antes en ningún otro edificio románico de la provincia. La calidad de la talla es bastante alta.







El otro capitel de la derecha, representa motivos vegetales y un par de animales fantásticos, posiblemente sacados del bestiario; una especie de ave con cabeza monstruosa y otro ser con cabeza humana, posiblemente una arpía o una sirena, muy deteriorada, lo que me impide saber a ciencia cierta qué ser representa.
Por otra parte, el capitel se decora con una rica decoración vegetal, destacando el cuerpo inferior, con esas hojas de acanto tan estilizadas. En la parte superior, las hojas se entrecruzan y abren en frutos redondos.






Respecto a los capiteles de la izquierda, el primero de ellos posee exclusivamente una decoración de tipo vegetal. La parte inferior presenta un bonito entrecruzamiento de hojas estilizadas, mientras que de nuevo en la parte superior de nuevo se abren mostrando frutos, que en este caso parecen racimos de uvas.




Por último, es el otro capitel del lado izquierdo de la portada el más interesante de todos, pues es historiado. En él aparecen lo que parecen ser dos escenas;



-En la parte frontal un par de personajes, uno de los cuales parece ser San Pedro, pues se aprecian los restos de las llaves sobre su libro, mientras que el otro personaje muestra una filacteria en la que se aprecian esculpidos los restos de algo que bien pudiera ser su símbolo.








- En el lateral, aparece un personaje barbado y tocado con un gorro muy extraño que parece entablar una conversación con un ángel que se le aparece entre nubes. Como se puede ver, el tratamiento escultórico es muy bueno, con túnicas que se ciñen a los cuerpos y con numerosos pliegues. Si nos fijamos en la imagen de detalle, se aprecian incluso restos de la policromía.






Además de la portada, como ya he comentado antes, se conservan otros restos románicos. Si miramos hacia arriba, veremos cómo en ambos muros laterales desde el hastial y hasta la cúpula barroca se sitúan varios canecillos, la mayoría muy sencillos o geométricos, aunque a continuación os mostraré algunos de los más interesantes, que nos pueden hacer una idea de cómo sería el alero de toda la iglesia en el siglo XII.





El más interesante de todos los canes es el que se sitúa en la esquina izquierda del hastial, en el que se representa una escena muy bella de la lucha entre un león y un estilizado dragón. Se trata de nuevo de un claro ejemplo de la gran calidad del taller escultórico que trabajó en la iglesia de San Julián y la catedral.





En otros canes se representan elementos vegetales muy estilizados como palmetas, hojas de acanto o cogollos de una gran belleza;







Por último, en la esquina derecha aparece otro de los elementos más característicos que suelen aparecer en los canes; el barril.



Espero que os haya gustado descubrir el románico desconocido de la ciudad de Astorga.

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